domingo, noviembre 19, 2006

 


FRANZ KAFKA
LA METAMORFOSIS
LUIS RESTAGNO

Introducción.
Franz Kafka (1883-1924), escritor judío checo, cuya desasosegadora y simbólica narrativa, escrita en alemán, anticipó la opresión y la angustia del siglo XX. Está considerado como una de las figuras más significativas de la literatura moderna.
Biografía.
Nació el 3 de julio de 1883.Era de una familia judía de clase media de habla alemana en Praga, Bohemia—en aquella época parte del Imperio Austrohúngaro. Su padre se llamaba Hermann Kafka (1852-1931) y era comerciante al por menor. El nombre de su madre era Julie Löwy(1856-1934).Tuvo dos hermanos, Georg y Heinrich, ninguno de los cuales alcanzó los dos años de vida, muriendo antes de que Kafka cumpliera los seis años; tuvo también tres hermanas, Gabrielle (Elli), Vallerie (Valli) y Ottilie (Ottla).
Aunque su idioma materno fue el alemán, Kafka también aprendió Checo, ya que su padre procedía de Osek cerca de Písek, donde era un miembro de la comunidad judía checo parlante ("Kafka" significa "grajo" en checo) y quería que su hijo hablara con fluidez ambos idiomas. Kafka también tenía conocimiento del idioma y de la cultura francesa. Uno de sus autores favoritos fue Flaubert.
Su padre fue una figura dominante cuya influencia impregnó la obra de su hijo y que, según él mismo, agobió su existencia. En Carta al padre, escrita en 1919, pero publicada, como casi toda su obra, póstumamente, Kafka expresa sus sentimientos de inferioridad y de rechazo paterno. A pesar de esta grave incompatibilidad, vivió con su familia la mayor parte de su vida y no llegó a casarse, aunque estuvo prometido en dos ocasiones. Su difícil relación con Felice Bauer, una joven alemana a la que pretendió entre 1912 y 1917, puede ser analizada en Cartas a Felice (1967).
De 1889 a 1893, Kafka asistió a la escuela primaria (Deutsche Knabenschule) en la calle Masná St. (Fleischmarkt) en Praga y posteriormente al instituto en Staroměstské náměstí (situado en Kinsky Palace), donde completó su examen de Bachillerato en 1901.
Durante su periodo escolar tuvo un papel activo en la organización de actividades literarias y sociales, destacando la organización y promoción de representaciones para el teatro judeo-alemán, a pesar de los recelos de incluso sus amigos más íntimos, como por ejemplo Max Brod, quién habitualmente le apoyaba en todo lo demás. Contrariamente a su temor de ser percibido de manera repulsiva tanto física como mentalmente, impresionaba a los demás con su aspecto infantil, pulcro y austero, su conducta tranquila y fría y su inteligencia, además de su sentido del humor.
Un tema de gran importancia en su obra es su relación con un padre autoritario. A principios de 1920, mantuvo una relación amorosa con la escritora, traductora y periodista checa Milena Jesenskà y en 1923 se trasladó a Berlín, con la esperanza de distanciarse de la influencia de su familia y concentrarse en su obra. En esta ciudad se reunió con Dora Diamant, una joven de 25 años descendiente de una familia judía ortodoxa, que había huido de su pueblo natal, a la que había conocido en el verano del mismo año en una colonia judía de vacaciones, en Müritz, a orillas del Báltico. Dora se convirtió en su compañera y tuvo una gran influencia en el interés de Kafka por el judaísmo.
No hay coincidencia de pareceres sobre los más que probables trastornos psicológicos de Kafka. En sus cuadernos íntimos él habla de "demonios", "derrumbamiento", "embates", "desamparo", "persecución", "soledad", "asalto a las últimas fronteras terrenales", "agobiante observación de uno mismo" y muchas otras expresiones más que aluden a un mundo oscuro, desconcertante y desconocido. La interpretación médica que se haga de estos pasajes no dejará de ser arriesgada y sobre todo simplificadora. Kafka era un ser atormentado y complejo. Sufrió mucho, pero también gozó de la vida con una intensidad fuera de lo común. En sus diarios y cartas se queja frecuentemente de insomnio y dolores de cabeza. Fue un partidario de la dieta vegetariana y del naturismo. Se dice que consumía grandes cantidades de leche sin pasteurizar, lo que pudo ser el factor desencadenante de su tuberculosis.

Estudió derecho en la Universidad de Charles en Praga, y obtuvo el doctorado en leyes en 1906. Posteriormente trabajó durante un año de pasante, sin ser retribuido, en una agencia de seguros de accidentes laborales y fue entonces cuando comenzó a escribir. A menudo se refirió a este trabajo como "Brotberuf"- un empleo tan sólo para ganar dinero.
En 1917 se le declaró una tuberculosis, lo que le obligó a mantener frecuentes períodos de convalecencia, durante los cuales recibió el apoyo de su familia, en especial de su hermana Ottla, con quien tenía mucho en común.
Kafka encontró un trabajo en una compañía de seguros hasta que la tuberculosis le obligó a abandonarlo. Intento reponerse primero junto al lago de Garda y después en Merano.
El estado de salud de Kafka empeoró .Regresó a Praga, acudiendo posteriormente a un sanatorio cerca de Viena para recibir tratamiento. Fue aquí donde murió el 3 de junio de 1924. Sus problemas físicos le causaron molestias en la garganta, lo que hacía que el tragar los alimentos le resultara muy doloroso, de manera que en sus últimas semanas se alimentó principalmente de líquidos. Su cuerpo fue llevado a Praga, donde fue enterrado el 11 de junio de 1924 en el Nuevo Cementerio Judío de Praga-Žižkov.
Su mas intimo amigo, el crítico y escritor Max Brod, hace caso omiso de su última voluntad y en lugar de destruir sus obras, da a conocer al mundo su genio literario, ya manifestado en La Metamorfosis (1915) a través de la publicación de El Proceso (1925), El Castillo (1926) y América (1931).
Los temas de la obra de Kafka son la soledad, la frustración y la angustiosa sensación de culpabilidad que experimenta el individuo al verse amenazado por unas fuerzas desconocidas que no alcanza a comprender y se hallan fuera de su control. En filosofía, Kafka es afín al danés Søren Kierkegaard y a los existencialistas del siglo XX .En cuanto a técnica literaria, su obra participa de las características del expresionismo y del surrealismo. El estilo lúcido e irónico de Kafka, en el que se mezclan con naturalidad fantasía y realidad, da a su obra un aire claustrofóbico y fantasmal, como sucede por ejemplo en su relato La metamorfosis (1915). Gregorio Samsa, el protagonista, un voluntarioso agente de seguros, descubre al despertar una mañana que se ha convertido en un enorme insecto; su familia lo rechaza y deja que muera solo. Otro de sus relatos, En la colonia penitenciaria (1919), es una escalofriante fantasía sobre las cárceles y la tortura.
Contraviniendo el deseo de Kafka de que sus manuscritos inéditos fuesen destruidos a su muerte, el escritor austriaco Max Brod, su gran amigo y biógrafo, los publicó póstumamente. Entre esas obras se encuentran las tres novelas por las que Kafka es más conocido: El proceso (1925), El castillo (1926), y América (1927). La fuerza de su obra ha sido tan importante que el término kafkiano se aplica a situaciones sociales angustiosas o grotescas, o a su tratamiento en la literatura.
Fueron, sin duda, tiempos difíciles, pero también tiempos de renovación y nuevas ideas. El auge de la «cultura kafkiana» coincide con el advenimiento de los movimientos -quizá mal-llamados «de vanguardia»-. Toda Europa se convierte en un hervidero de nuevas ideas literarias, artísticas... Los escritores, pintores y beodos variados se reúnen en locales y discuten sobre implicaciones metafísicas y delirio social. Fue la época en la que surgieron Picazo, Eisenstein, Joyce o Stravinsky.
Esta nueva «cultura de café», post-romántica, decadente, mística, enriquecedora, mitificada, maravillosa y ecléctica creará mitos para luego destruirlos, construirá catedrales paganas y compondrá himnos al absurdo. Es quizá Kafka una de las figuras que mejor responde a los requisitos de un tiempo: No se puede evaluar la ecuación vida-obra-cultura de manera aislada, sino poniendo en consonancia estos tres términos. ¿Es acaso Kafka, el Kafka que hoy conocemos, reconocido (estrictamente) por su valía literaria? Supongamos que sí. ¿Por qué entonces cualquier renombrado “kafkiano” que se precie nos remite (irremisiblemente) al complejo edípico y las circunstancias histórico-religiosas de su vida?
Kafka no es un escritor, Kafka icono de la modernidad, semblante literario y espejo para cualquier «literato de café» que se precie. La obra, más allá de su valía narrativa, es un cimiento cultural sobre el cual explicar los aconteceres históricos posteriores. Se toma a Kafka como paradigma debido a su azarosa existencia y éste se amolda perfectamente a estas vicisitudes. Se trata de un judío que parece no haber superado el complejo edípico (justo en el momento en el que las corrientes freudianas están más en boga); ofrece una visión cuasi-apocalíptica (por lo que no es difícil sacar a relucir sus dotes proféticas); habla de un mundo de sueños encerrado en un universo real (otra vez el inconsciente, ahora colectivo, de los psicoanalistas post-Freud); y es el ejemplo para toda una «generación perdida» de escritores buscando nuevas formas de expresión (tomando de Kafka un ejemplo de «nueva expresividad» y temas nuevos). Es, a la vez, un icono cultural de centro-Europa, de una Alemania que reivindica como nadie sus iconos (basados en formas clásicas travestidas de modernidad, fuerza y vigor).Muere joven, deja la leyenda de no ser leído (por encima de la literatura, cultura en sí mismo). Todo esto convierte a Kafka en lo que hoy es: paradigma del post-romanticismo, «estructuralista» primigenio.
Kafka es, de esta manera, elegido como abanderado en un conflicto pseudo-literario-sionista a modo de reivindicación post-bélica. Se toma la figura del bueno de Franz como ejemplo de la cultura judía que manifiesta el absurdo de un conflicto mundial. Se diviniza la figura del checo por encima de su obra y, como sucede con Beethoven, se le eleva por encima de su arte. Y es que entre estos dos «monstruos» existen muchas similitudes: la divinización, la incomprensión muchas veces por parte de las grandes masas de lectores y, sobre todo, el proceso paulatino de «iconización» y conversión en parámetros culturales-sociológicos posteriores. Y es que la obra de Beethoven no puede ser entendida sólo mediante el período heroico, al igual que la obra de Kafka no debe ser interpretada estrictamente mediante una biografía psicoanalítica (muy en boga en tiempos post-kafkianos).
«Me senté en la ladera del monte Laurenzi. Bastante triste, examinaba mis deseos para la vida. El más importante, o el más atractivo, resultó el deseo de adquirir una visión de la vida (y de convencer a los demás de mi visión mediante la escritura), en la que la vida conservase su peso, sus naturales altibajos, pero en la que, al mismo tiempo, con no menos evidencia, la vida fuese identificada como una nada, como un sueño, como un vago flotar...»
Franz Kafka
Kafka es, en eso sí coincido con los múltiples exégetas de su obra, el escritor del absurdo. Pero su obra va mucho más allá de una simple exposición de los hechos, sino que penetra, mediante un método curioso y paradójico en la mente de un conjunto de personajes. Quizá es por esta razón tan atractivo a los de la escuela de Jung (ése del inconsciente colectivo que propugna que todos somos uno). Los personajes de Kafka no son personajes en la acepción moderna del término (distinción personal con características propias dentro de la obra), sino que se caracterizan por su dependencia del medio literario en el que están inscritos. El agrimensor no puede existir en otra obra que no sea «El Castillo», o Karl no puede emerger en otro estrato que aquel barco del cual dimana su viaje. Los personajes dependen total y absolutamente de la obra, no al revés. Como escritor, este tema me resulta bastante (cuanto menos) curioso. Dicen los entendidos que un personaje debe tener vida, conservar sus características y que éstas se amolden a la obra, pero siempre manteniendo la vitalidad de dicho carácter. Pues nuestro divinizado Kafka no hace esto: Cada uno de los personajes existe por un motivo dentro de la obra, para cumplir una finalidad. A veces, se encuentran forzados o cumplen una «simple» función explicativa. Alguien dijo una vez que los personajes de K. eran «ideas con patas». ¿No es acaso Joseph K. el paradigma del hombre moderno y del inconsciente colectivo? Cierto, pero no. Y es que, tal vez, la grandeza de este escritor consiste en la simplicidad y proximidad con la que maneja cuestiones metafísicas y las amolda a un ecosistema narrativo.
No podemos leer a Kafka con la misma mente con la que nos acercamos a Cervantes o Shakespeare. No posee una obra con un personaje de tanta enjundia como Don Quijote, su prosa no es tan rica en metáforas como la de Otelo, pero, sin embargo, Kafka es más leído y sus obras gozan de una gran aceptación tanto por entendidos como por neófitos. ¿A qué se debe? Sus obras nos son tan próximas porque están escritas desde la cercanía y la «ingenuidad».
No voy a abstraerme de hacer una interpretación psicologista de sus obras. ¿No han visto alguna vez el personaje de Joseph K. como un niño que se siente abrumado por un mundo que no comprende? Fue mi primera reacción al leer «El Proceso». Joseph K. es el niño castigado por un padre tiránico. No comprende por qué es castigado, ni siquiera por qué debe ser exculpado, ni la naturaleza de su pecado (falta). Pero aparte del sesgo infantil de K., su universo es, asimismo, el mundo de un hombre moderno, adulto y culpable. K. polemiza con la religión (judaica en este caso) y las instituciones modernas, mira un sistema adulto con los ojos de un niño que no comprende, pero debe plegarse a los mandatos de un súper-ego castrante y absurdo.
Kafka es grandioso en los múltiples prismas a través de los cuales nos podemos acercar a su obra. Cuando en «El Proceso» se habla de La Ley, los proselitistas interpretan ésta como La Torah (Ley judía, Pentateuco católico), los leguleyos más teóricos hablan del derecho, los sociólogos de ley natural... Así casi ad infinitum. ¿Podríamos hablar entonces de defectos en una obra? Creo que no, más bien podríamos establecer una lectura meta-literaria: ¿No es acaso la «ley narrativa» moderna una estructura absurda y coartadora del ser literario?
Kafka habla de las formas aristotélicas y del mundo de la representación platónica. Porque el mundo es una abstracción de las formas en sí mismas, manifestadas mediante equilibrios numéricos. El número, proporción divina... Conceptos pitagóricos (que nos han llegado mediante Platón), la cábala hebraica que tan en boga estaba en aquellos tiempos inciertos (de ahí los excelentes paralelismos y los dobles sentidos kafkianos). El todo es la estructura perfecta, eterna e inmutable, Aristóteles nos explica los cambios en los cuerpos, pero también nos habla de cómo la estructura permanece invariable... Metafísica, una vez más. De esto mismo nos habla el autor, cómo el personaje se mantiene invariablemente invadido por la idea, por la estructura de las cosas, cómo su personalidad depende de la obra, la estructura, el todo... Cómo el niño kafkiano se enfrenta con un mundo teórico e inevitablemente se siente perdido en la maraña estructural. Kafka habla del pecado y de la culpa, de su propia vida y de una época y de todas las épocas..., y de aquéllas que nunca existieron, parámetros sin explorar, universo, tiempo y espacio infinito.
Tomen a Kafka, olviden todo, retrocedan veinte años, dos vidas y una eternidad. Olviden el tiempo y su infancia, el universo se abrirá, de nuevo, por vez primera, aquella primera condena en el castillo, con la gramática del sueño del señor Samsa en el monte Laurenzi.
Su Obra

Kafka sólo publicó algunas historias cortas durante toda su vida, una pequeña parte de su trabajo, por lo que su obra pasó prácticamente inadvertida hasta después de su muerte. Con anterioridad a su fallecimiento, dio instrucciones a su amigo y albacea literario Max Brod de que destruyera todos sus manuscritos. Su amante, Dora Diamant, cumplió sus deseos pero tan sólo en parte. Dora guardó en secreto la mayoría de sus últimos escritos en su poder, incuyendo 20 cuadernos y 35 cartas, hasta que fueron confiscados por la Gestapo en 1933. Actualmente se halla en curso una búsqueda de los papeles desaparecidos de Kafka a escala internacional. Brod hizo caso omiso de las instrucciones de Kafka y en su lugar supervisó la publicación de la mayor parte de la obra que obraba en su poder -- incluso llegó a editar gran parte de la producción de Kafka --, la cual pronto comenzó a despertar el interés y a obtener alabanzas por parte de la crítica.
Todas sus obras publicadas, excepto varias cartas en checo dirigidas a Milena, se encuentran escritas en alemán.
En su obra, a menudo el protagonista se enfrenta a un mundo complejo, que se basa en reglas desconocidas, las cuales nunca llega a comprender. El adjetivo kafkiano se utiliza a menudo para describir situaciones similares.

Obra.

Relatos publicados en vida de Kafka

Descripción de una lucha (1902 o 1903).
Conversación con el suplicante
Conversación con el ebrio
Contemplación (1913)
Niños en un camino de campo
Desenmascaramiento de un embaucador
El paseo repentino
Resoluciones
La excursión a la montaña
Desdicha del soltero
El comerciante
Contemplación distraída de la ventana
Camino de casa
Transeúntes
Compañero de viaje
Vestidos
El rechazo
Para que mediten los jinetes
La ventana a la calle
El deseo de ser piel roja
Los árboles
Desdicha
Un médico rural (1909)
El nuevo abogado
Un médico rural.(Ein Landarzt - 1917)
En la galería
Un viejo manuscrito
Ante la ley. Repetido en El Proceso. Before the law)
Chacales y árabes
Una visita a la mina
El pueblo más cercano
Un mensaje imperial
Preocupaciones de un jefe de familia
Once hijos
Un fratricidio
Un sueño
Informe para una academia.(Ein Bericht für eine Akademie - 1917)
La Condena (Das Urteil - September 22-23, 1912)
En la colonia penitenciaria. In der Strafkolonie - Octubre 1914
Una mujercita.(Eine kleine Frau - 1923)
Josefina la cantora o el pueblo de los ratones. (Josephine, die Sängerin, oder Das Volk der Mäuse - 1924)
Un artista del hambre (1924). Ein Hungerkünstler - 1922. Revisado por Kafka en su lecho de muerte
La metamorfosis (1915)

Obras publicadas póstumamente

América. Amerika Comenzada en 1912. Se publicó en 1927
El proceso (1925). Inacabada. (Der Prozeß - 1925)
El castillo 1922 (Das Schloß)

Versión definitiva de Descripción de una lucha

(Beschreibung eines Kampfes - 1904-1905) Los capítulos no coinciden exactamente con los fragmentos publicados en vida

I.

II. Entretenimientos o demostraciones de que es imposible vivir

1.Cabalgata
2.Paseo
3.El gordo
a) Invocación al paisaje
b) Comienzo de la conversación con el orante
c) Historia del orante
d) Prosecución de la conversación entre el gordo y el orante
4.Hundimiento del gordo
III.

El rechazo. (Die Abweisung - 1920)
Sobre la cuestión de las leyes
El escudo de la ciudad
De las alegorías
La verdad sobre Sancho Panza
El silencio de las sirenas
Prometeo
Poseidón
El cazador Grachus.(Der Jäger Gracchus - 1917)
El golpe a la puerta del cortijo
Un cruzamiento
El puente
La partida
¡Renuncia!
De noche
El timonel
El trompo
Fabulilla
Una confusión cotidiana
El jinete del cubo
El matrimonio
El vecino
El examen
Abogados
Regreso al hogar
Comunidad
Blumfeld, un solterón. (Blumfeld, ein älterer Junggeselle - 1915)
La construcción
El topo gigante
Investigaciones de un perro.(Forschungen eines Hundes - 1922)
<<>>, Anotaciones de 1920
El guardian de la cripta.(Der Gruftwächter - 1916-[[1917]). Acto completo de una obra de teatro que no terminó

Relatos

Preparativos de una boda en el campo (Hochzeitsvorbereitungen auf dem Lande - 1907-1908)
The Village Schoolmaster (The Giant Mole) (Der Dorfschullehrer or Der Riesenmaulwurf - 1914-1915)
La muralla china (Beim Bau der Chinesischen Mauer - 1917). Versión previa a otra definitiva destruida más tarde por Kafka
The Burrow (story) (Der Bau - 1923-1924)
Muchas colecciones de historias han sido publicadas, incluida:

Kafka, Franz (ed. Nahum N. Glatzer). The Complete Stories. Nueva York: Schocken Books, 1971.

Obra epistolar, diarios y aforismos

Aforismos, visiones y sueños (1917)
Cuadernos en octava (1917)
Diarios (1910-1923)
Escritos sobre sus escritos (1917)
Carta al Padre (1919)
Cartas a Felice (1967)
Cartas a Milena
Cartas a Ottla

En colaboración

Ricardo y Samuel. Capítulo de una novela, escrito en colaboración con Max Brod. (Nota: no se publicaron más)

Críticas literarias escritas por Kafka

Una novela de la juventud
Anécdotas
Hyperion
Aeroplanos en Brescia
Contemplaciones

Sobre Kafka

Max Brod. Biografía de Kafka
El asteroide 3412 Kafka recibe su nombre de este escritor checo.


Kafka en el cine

El proceso - Dir. Orson Welles (1963)
The Castle - Dir. Rudolph Noelte (1968)
Informe para una academia - Dir. Carles Mira (1975)
The metamorphosis of Mr. Samsa - Dir. Caroline Leaf (1977)
Informe per a una acadèmia - Dir. Quim Masó (1989)
Kafka, la verdad oculta - Dir. Steven Soderbergh (1991)
El proceso - Dir. David Jones (1993)
La metamorfosis de Franz Kafka - Dir. Carlos Atanes (1993)
Amerika - Dir. Vladimir Michalek (1994)
Das Schloss - Dir. Michael Haneke (1996)
La metamorfosis - Dir. Josefina Molina (1996)
Metamorfosis - Dir. Fran Estévez (2004)

Miradas de Autores sobre el flaco…
EL PRÓLOGO DE JORGE LUIS BORGES

Kafka nació en el barrio judío de la ciudad de Praga, en 1883. Era enfermizo y hosco: íntimamente no dejó nunca de menospreciarlo su padre y hasta 1922 la tiranizó.... De su juventud sabemos dos cosas: un amor contrariado y el gusto de las novelas de viajes.... Al regresar de la Universidad, trabajó algún tiempo en una compañía de seguros....

Dos ideas -mejor dicho, dos obsessiones- rigen la obra de Franz Kafka. La subordinación y el infinito. En casi todas sus ficciones hay jerarquías y esas jerarquías son infinitas....

El motivo de la infinita postergación rige también sus cuentos. Uno de ellos trata de un mensaje imperial que no llega nunca, debido a las personas que entorpecen el trayecto del mensajero; otro, de un hombre se se muere sin haber conseguido visitar un pueblecito próximo; otro -"Una confusión cotidiana"- de los vecinos que no logran juntarse. En el más memorable de todos ellos -"La edificación de la muralla china", 1919-, el infinito es múltiple: para detener el curso de ejércitos infinitamente lejanos, un emperador infinitamente remoto en el tiempo y en el espacio ordena que infinitas generaciones levanten infinitamente un muro infinito que dé la vuelta de su imperio infinito....

La más indiscutible virtud de Kafka es la invención de situaciones intolerables. Para el grabado perdurable le bastan unos pocos renglones. Por ejemplo: "El animal arranca la fusta de manos de su dueño y se castiga para convertirse en el dueño y no comprender que no es más que una ilusión producida por un nuevo nudo en la fusta"....

Hombres, no hay más que uno en su obra: el homo domesticus - tan judío y tan alemán-, ganoso de un lugar, siquiera humildísimo en un Orden cualquiera; en el universo, en un ministerio, en un asilo de lunáticos, en la cárcel. El argumento y el ambiente son lo esencial; no las evoluciones de la fábula ni la penetración psicológica. De ahí la primacía de sus cuentos sobre sus novelas.

Jorge Luis Borges


UN SUEÑO ETERNO

pesar de que el movimiento impresionista que era tan importante en esa época jugaba con la infinitas posibilidades del idioma alemán. Después tuve oportunidad de leer El Proceso y a partir de ese momento lo he leído continuamente.

La diferencia esencial con sus contemporáneos y hasta con los grandes escritores de otras épocas, Bernard Shaw o Chesterton, por ejemplo, es que con ellos uno está obligado a tomar la referencia ambiental, la connotación con el tiempo y el lugar. Es también el caso de Ibsen o de Dickens. Kafka en cambio tiene textos, sobre todo en los cuentos, donde se establece algo eterno. A Kafka podemos leerlo y pensar que sus fábulas son tan antiguas como la historia, que esos sueños fueron soñados por hombres de otra época sin necesidad de vincularlos a Alemania o a Arabia. El hecho de haber escrito un texto que trasciende el momento en que se escribió, es notable. Se puede pensar que se redactó en Persia o en China y ahí está su valor. Y cuando Kafka hace referencias es profético. El hombre contra el Estado, ese fue uno de sus temas preferidos.

Yo traduje el libro de cuentos cuyo primer título es La transformación y nunca supe por qué a todos les dio por ponerle La metamorfosis. Es un disparate, yo no sé a quién se le ocurrió traducir así esa palabra del más sencillo alemán.

Creo que los cuentos son superiores a sus novelas. Las novelas, por otra parte nunca concluyen. Tienen un número infinito de capítulos, porque su tema es de un número infinito de postulaciones.

Kafka no quiso publicar mucho en vida y encargó que destruyeran su obra. Esto me recuerda el caso de Virgilio que también le encargó a sus amigos que destruyeran la inconclusa Eneida....

Jorge Luis Borges


LA POSTERIDAD NEGADA

Sin embargo, Max Brod desobedeció el mandato de su amigo, y gracias a esa infidelidad...

Fueron en primer lugar los surrealistas quienes se fijaron en su nombre; pero su fama no llegó a universalizarse mas que por obra y gracia de los existencialistas, de Jean Paul Sastre y Albert Camus.

Sastre había descubierto la náusea a finales de los treinta, y Camus el absurdo, durante los años de guerra y ocupación....
... ¿Cómo no ver en los personajes de Samuel Beckett hondas resonancias kafkianas, o en las obras de Ionesco y Boris Vian?

... pero lo que resulta diáfano es que cosmovisión, su concepción del mundo, basada en la minuciosa y sorda descripción del absurdo y el horror, ha pasado a inspirar toda la gran literatura y pensamiento posteriores, que ya no se pueden concebir sin él. Y hasta ha perforado la vida cotidiana de este siglo trágico, que en estor últimos decenios se complace en el hedonismo, el olvido y los placeres más exasperantemente artificiales, para poder seguir subsistiendo.

Rafael Conte

EL SENTIMIENTO DE CULPA


Kafka sentía de manera más acusada que la mayoría de la gente la necesidad de justificarse. Se sentía como si estuviera siendo continuamente juzgado.

Ronald Hayman
(escritor y crítico, autor de una de las más prestigiosas biografías sobre Kafka)

LA SABIDURÍA DEL "NO"

Hume niega la relación casual, o, para decirlo con mayor presición, no es que la niegue, sino que, aun admitiendo la posibilidad de que de dicha relación pueda emitirse un juicio de existencia, niega, sin embargo, la posibilidad de acceder a un conocimiento de la misma. Así pues, según el filósofo escocés, la relación entre causa y efecto no podría deducirse ni mediante la intuición (que apela a la experiencia a través de los sentidos) ni mediante el análisis y la demostración lógicos. La mera costumbre de asociar y juntar ideas y percepciones singulares inscritas en una sucesión de orden temporal constituye, por tanto, en nexo ontológico e incluso la racionalidad de la relación causa-efecto, reduce ésta a una simple sucesión de ideas o percepciones a las que el hábito y la repetición otorgan un estatuto especial que las distingue de las otras. El radical agnosticismo que se deriva de esta concepción entraña un escepticismo y un nihilismo no menos radicales. ¿Y acaso no es Franz Kafka, ante todo y sobre todo, un escéptico y un nihilista?

La negación, bajo todas sus formas imaginables, desde la más directa hasta la más elíptica, desde la más rotunda hasta la más equívoca, impregna y domina la obra entera de Franz Kafka. Tanto es así, que su narración deviene una auténtica poética del no. A fuerza de repetirse y afirmarse, la tiniebla de la negación kafkiana se vuelve luz absoluta, pierde todo carácter dialéctico para constituirse en exlcusivo y único término de un discurso en el que lo otro (el objeto) se ve ritualmente reducido a un recuerdo retórorico de interlocución sin otra finalidad que la de resaltar la figura o el momento de la negación.

El agrimensor del El castillo no puede acceder a éste. Josef K., el acusado de El proceso, no sabe de qué se le acusa ni por qué, como tampoco Gregor Samsa, el héroe -o mejor, el antihéroe- de La metamorfosis, sabe lo que le sucede, ni la razón por la que le sucede, ni es capaz de hacer nada por impedirlo.

El no prevalece por doquier en éstas como en el resto de las obras de Kafka. Ahora bien, la negación, para ser percibida como tal, precisa de un contrapunto afirmativo (al igual que en música la disonancia, para ser percibida como tal, precisa de la referencia a las leyes armónicas, o positivas, en virtud de las cuales se produce la dialéctica consonancia-disonancia, afirmación-negación). En Kafka este contrapunto o parámetro diferenciador de la negación es bicéfalo: intención y trascendencia. Los protagonistas kafkianos se hallan henchidos de intencionalidad. Siempre están intentando algo. Casi no es posible percibir en ello otra cosa que intenciones. Pero en esta intencionalidad juega constantemente la presencia de otro elemento, intrínseco, sin embargo, a la intencionalidad misma: la trascendencia. La negación es negación de la trascendencia, negación de la causalidad (Hume), de la cosa-en-si (Kant). Más exactamente, negación de la posibilidad de su conocimiento. De ahí que Kafka no ofrezca salvación, no proponga redención, es decir, salida del aquende (Diesseitigkeit) o entrada en el allende (Jenseitigkeit).

[.......]

Si se nos arrebata el porqué, no sentimos caer en el vacio. Y esto es lo más kafkiano que hay.

Nota del transcriptor: "Esto es más sensato que he leído ultimamete"

Pablo Sorozábal Serrano (crítico literario)
Metamorfosis: El despertar una mañana de un hombre convertido en un monstruoso insecto con plena conciencia de su situacion ante la indiferencia del entorno que le rodea; se convierte en una alegoría de la desesperacion humana ante la soledad y la incomunicacion en elmundo. Ello se convierte asi en la forma mas original de describir la situacion del hombre contemporáneo al sentirse completamente solo en un universo extraño. De esta manera el lector parece estar viviendo una sensación de escalofrío y pesadilla en el que la angustia se convierte en algo permante.


Sobre la metamorfosis y kafka:

Franz Kafka Vida y obra - Sufijos con valor semántico y términos que los usan - Las Preposiciones - Qué es la gramática española - La metáfora

(Basado en la conferencia de Martín Kupenhine)
La vida del autor está reflejada siempre de una manera u otra en sus obras, se infiltra consciente o inconscientemente para así narrarnos, paralela y casi subliminalmente, el entorno que lo rodea, sus problemáticas existenciales y en definitiva su biografía misma

En el caso de Franz Kafka, en su Metamorfosis, nos da a conocer grandes leit motifs, que si se analizan desde un punto de vista histórico encajan de manera perfecta con sus propias vivencias, su época, y ciertamente su pasado religioso. Por lo mismo es evidente el parecido que existe entre Gregorio Samsa y Franz Kafka, ejemplificada ya en un principio por el alcance de apellidos

Al leer la metamorfosis es clara la relación de desprecio del padre hacia el hijo. El señor Samsa tiene asco de Gregorio, lo mira como un estorbo, el cual por su inutilidad y problemas que ha traído a la casa, debe ser eliminado. Es así como en varios pasajes de la obra podemos leer fragmentos como: “Levantaba los pies hasta una altura inusual, Gregorio se asombro de lo gigantescas de que eran las suelas de sus zapatos”. (1) Y “va lanzando manzanas al infeliz hasta que en un tiro certero le da en la espalda hiriéndolo”. (2)

Sabemos que la vida de Kafka como hijo no fue fácil. Primero hay que considerar que proviene de una familia judía, las cuales se caracterizan por ser fuertemente machistas y mirar al padre como proveedor y autoridad. Este patriarcado familiar propio de la religión y cultura Judía provoca grandes disputas entre Kafka y su padre. Este último no acepta su vocación, puesto que anhela un hijo comerciante, no abogado ni escritor. Lo considera afeminado, detesta que sea enfermizo y además su hipocondría. (El cuerpo de Kafka reflejaba sus conflictos somatizándolos. Esto lo lleva a ser un hipocondríaco)

Las figuras de animales que representan la perdida de control del humano es uno de los temas mas presentes e importantes de la metamorfosis. La transformación de Gregorio en un escarabajo es una exacerbación que tiene como objetivo dejar al descubierto la enajenación del hombre frente al trabajo. La mínima preocupación en un principio del protagonista por su estado y el solo pensar cómo hacer para llegar temprano al almacén son problemas históricos que el mismo Kafka presenció en la Revolución Industrial que se extiende desde 1700 a 1950 (*) en este tiempo prima la producción al bienestar de la mano productora. Esto deriva a la explotación y denigración del hombre, el cual llega a ser una pieza de maquinaria, que si no funciona o lo hace con desperfectos será cambiada sin mayor remordimiento
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En un hecho más particular de la vida de Franz Kafka encontramos lo que él mismo manifestó frente a su laboro; “esa terrible ocupación cuya carencia forzosa es actualmente toda mi desdicha”. (3)

Kafka crea estructuras laberínticas, lúgubres, de persecución sin salida. Sus desenlaces son oscuros y desembocan generalmente en la muerte

En la metamorfosis el cuarto y la casa de Gregorio cumplen con las características de estas estructuras, mas aún, si nos damos cuenta que siempre al mirar por la ventana de aquella habitación encontrábamos el tiempo nublado y lluvioso. Este panorama triste hace de Kafka casi un vidente de los Ghettos que aparecerían pocos años depuse de su muerte

Algo muy fuertemente marcado en Kafka es el sentimiento de desarraigo y persecución, reflejados en la metamorfosis mediante la segregación de Gregorio por parte de la familia y por que finalmente el padre y la hermana no quieren mas que deshacerse de él

No es extraño encontrar estos sentimientos en Franz Kafka, puesto que si analizamos el pasado de la religión a la cual pertenece, nos damos cuenta que el pueblo de Israel fue perseguido desde sus inicios. Un ejemplo de estos es el éxodo de Egipto, en donde tuvieron que caminar 40 años para encontrar la tierra prometida la que después se le quitara para quedar sin patria. Los judíos siempre han sido segregados ya sea por su alto nivel económico o su gran nivel intelectual. (Los mas grandes intelectuales de todos los tiempo han sido en su mayoría judíos.) De hecho los judíos llegan a Rusia, Alemania y los Balcanes por ser expulsados del medio oriente. Esto es llamado la primera diáspora (asquenazí), es así como encontramos a Kafka, un Judío en Checoslovaquia que ni siquiera habla Checo

Además hay que considerar que Franz Kafka muere en 1928, y las persecuciones de judíos comienzan al rededor de 1923. Es por esto mismo que las obras publicadas en este tiempo eran cortas, solo las publicaciones póstumas corresponden a textos extensos

Finalmente concluyo que existen una infinidad de rasgos biográficos en las obras de Kafka. Estos son, lo que sin duda, nos revelan aparte de sus reflexiones frente al hombre y la sociedad, todos los hechos históricos y pasado religioso que moldean a estos mismos pensamientos

La Metamorfosis de Fran Kafka está marcada por sus vivencias, las cuales ocurrieron en épocas claves de la humanidad, tanto en cambios tecnológicos como en el replanteamiento de la sociedad y sus falencias

Por lo tanto Gregorio Samsa convertido en un monstruoso insecto simboliza la historia del pueblo judío, la época de primera Guerra, el tiempo entre guerras y la propia vida de Kafka. Sin embargo la metamorfosis al igual que muchas otras de sus obras por tratar problemáticas de la humanidad se convierten en universales y vigentes para todas los tiempos

Es como dijo una vez dijo; H.G.Wells : “La realidad a veces sobrepasa la ficción”

* La metamorfosis fue escrita entre Noviembre y Diciembre de 1916





Interpretación crítica

Ha habido muchos críticos que han intentado encontrarle sentido a la obra de Kafka interpretándola en función de ciertas escuelas de crítica literaria—como por ejemplo la modernista, la mágica realista etc. La aparente desesperación y la absurdidad de la que su obra parece estar impregnada se consideran emblemáticas del existencialismo. Unos han intentado hallar la influencia marxista en la satirización de la burocracia en obras tales como En la colonia penitenciaria, El proceso y El castillo, mientras que otros apuntan al anarquismo como el fundamento de inspiración para el individualismo anti-burocrático de Kafka. Sin embargo, otros han interpretado su obra bajo el prisma del Judaísmo (ya que era judío y demostró un interés por la cultura judía, aunque sólo lo cultivó a una edad avanzada)—Borges hizo algunos comentarios perspicaces a este respecto; también se ha intentado darle una interpretación a través del Freudismo (debido a sus conflictos familiares); o como alegorías de una búsqueda metafísica de Dios (Thomas Mann fue el que propuso esta teoría). Se pone énfasis repetidamente en el tema de la alineación y de la persecución, y dicho énfasis—principalmente en la obra de Marthe Robert— estaba inspirado en parte en la contra-crítica de Gilles Deleuze y Félix Guattari, quienes mantenían que Kafka representaba mucho más que el estereotipo de una figura solitaria que escribía movida por la angustia, y que su trabajo era mucho más deliberado, subversivo y no obstante más "alegre" de lo que parecía ser. Los biógrafos han comentado que Kafka tenía costumbre de leer capítulos del libro en el que estaba trabajando a sus amigos más íntimos. Estas lecturas se centraban en el constante, pero muy a menudo ignorado, lado humorístico de su prosa. Milan Kundera se refiere al humor fundamentalmente surrealista de Kafka como el principal predecesor de posteriores artistas como por ejemplo Federico Fellini, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y Salman Rushdie. A Márquez, tal y como él dijo, la lectura de La Metamorfosis de Kafka le mostró que "era posible escribir de una manera diferente"..




EXISTENCIALISMO.


INTRODUCCIÓN
Existencialismo, movimiento filosófico que resalta el papel crucial de la existencia, de la libertad y de la elección individual, y que gozó de gran influencia en distintos pensadores y escritores de los siglos XIX y XX.

2 TEMAS PRINCIPALES

Tal vez el tema más destacado en la filosofía existencialista es el de la elección.

Debido a la diversidad de posiciones que se asocian al existencialismo, el término no puede ser definido con precisión. Se pueden identificar, sin embargo, algunos temas comunes en todos los autores existencialistas. El término en sí mismo sugiere uno principal: el énfasis puesto en la existencia individual concreta y, en consecuencia, en la subjetividad, la libertad individual y los conflictos de la elección.

2.1 Individualismo moral



La mayoría de los filósofos desde Platón ha mantenido que el bien ético más elevado es el mismo para todos: en la medida en que uno se acerca a la perfección moral, se parece a los demás individuos perfectos en el plano moral. El filósofo danés del siglo XIX Sören Kierkegaard, el primer escritor que se calificó de existencialista, reaccionó contra esta tradición al insistir en que el bien más elevado para el individuo es encontrar su propia y única vocación. Como escribió en su diario: “Tengo que encontrar una verdad que sea verdadera para mí... la idea por la que pueda vivir o morir”. Otros escritores existencialistas se han hecho eco de la creencia de Kierkegaard de que el individuo ha de elegir el camino propio sin la ayuda de modelos universales y objetivos. En contra de la idea tradicional de que la elección moral implica un juicio objetivo sobre el bien y el mal, los existencialistas han afirmado que no se puede encontrar ninguna base objetiva, racional, para defender las decisiones morales. También durante el siglo XIX, el filósofo alemán Friedrich Nietzsche sostuvo que el individuo tiene que decidir qué situaciones deben ser consideradas como morales.

2.2 Subjetividad

Todos los existencialistas han seguido a Kierkegaard al resaltar la importancia de la acción individual apasionada al decidir sobre la moral y la verdad. Han insistido, por tanto, en que la experiencia personal y la actuación según las propias convicciones constituyen los factores esenciales para llegar a la verdad. Así, la comprensión de una situación por parte de alguien que está comprometido en esa situación es más elevada que la del observador indiferente, objetivo. Este énfasis puesto en la perspectiva del agente individual ha hecho que los existencialistas sean suspicaces respecto al razonamiento sistemático. Kierkegaard, Nietzsche y otros fueron, de un modo intencionado, no sistemáticos en la exposición de sus filosofías y prefirieron expresarse mediante aforismos, diálogos, parábolas y otras formas literarias. A pesar de su posición antirracionalista de partida, no se puede decir que los existencialistas fueran irracionales en el sentido de negar toda validez al pensamiento racional. Han mantenido que la claridad racional es deseable allí donde sea posible, pero que las materias más importantes de la vida no son accesibles a la razón o a la ciencia. Además, han sostenido que incluso la ciencia no es tan racional como se supone. Nietzsche, por ejemplo, afirmó que la visión científica de un Universo ordenado es para la mayoría una ficción práctica, una entelequia.

2.3 Elección y compromiso

Tal vez el tema más destacado en la filosofía existencialista es el de la elección. La primera característica del ser humano, según la mayoría de los existencialistas, es la libertad para elegir. Mantienen que los seres humanos no tienen una naturaleza inmutable, o esencia, como tienen otros animales o plantas; cada ser humano hace elecciones que conforman su propia naturaleza. Según la formulación del filósofo francés Jean-Paul Sartre, la existencia precede a la esencia. La elección es, por lo tanto, fundamental en la existencia humana y es ineludible; incluso la negativa a elegir implica ya una elección. La libertad de elección conlleva compromiso y responsabilidad. Los existencialistas han expuesto que, como los individuos son libres de escoger su propio camino, tienen que aceptar el riesgo y la responsabilidad de seguir su compromiso dondequiera que éste les lleve.

2.4 Temor y angustia

Kierkegaard mantenía que es crucial para el espíritu reconocer que uno tiene miedo no sólo de objetos específicos sino también un sentimiento de aprehensión general, que llamó “temor”. Lo interpretó como la forma que tenía Dios de pedir a cada individuo un compromiso para adoptar un tipo de vida personal válido. El concepto de angustia posee un papel decisivo y similar en las obras del filósofo alemán Martin Heidegger; la angustia lleva a la confrontación del individuo con la nada y con la imposibilidad de encontrar una justificación última para la elección que la persona tiene que hacer. En la filosofía de Sartre, la palabra “náusea” se utiliza para el reconocimiento que realiza el individuo de la contingencia del Universo, y el término “angustia” para el reconocimiento de la libertad total de elección a la que hace frente el hombre en cada momento.

3 HISTORIA

El existencialismo es un movimiento filosófico y literario propio de los siglos XIX y XX, pero se pueden encontrar elementos existencialistas en el pensamiento (y vida) de Sócrates, en la Biblia y en la obra de muchos filósofos y escritores anteriores a la edad contemporánea.
El filósofo francés del siglo XVII Blaise Pascal fue el primer pensador que anticipó las principales inquietudes del existencialismo moderno. Rechazó el vigoroso racionalismo de su coetáneo René Descartes y, en sus Pensamientos sobre la religión y sobre otros temas (1670), afirmó que una filosofía sistemática que se considera capaz de explicar a Dios y la humanidad representa una forma de orgullo. Al igual que los escritores existencialistas posteriores, contempló la vida humana en términos de paradojas: la personalidad humana, que combina mente y cuerpo, es en sí misma paradoja y contradicción.

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